Ese sabor intenso a fresa en un queso denso y riquísimo, así recuerdo yo los Petit Suisse, unos postres lácteos que comía en mi niñez. Cuando mi primer hijo, Kike, fue lo suficiente grandecito se los compré con mucha ilusión y a mi niño no le gustaron demasiando y yo me sentí muy desilusionada... ya no tenían nada que ver con el recuerdo...