Mucho trabajo tiene esta tarta pero he quedado muy satisfecha. Amelie cumplía cuatro años y quería hacerle algo especial, un castillo para una princesita, he disfrutado haciéndola, la he pensado mucho... cómo montarla, los colores, decorarla... el primer reto eran las torres, están hechas con pastillaje filipino coronada por cucuruchos de helado forrados en pasta laminada.
El pastillaje cuando se seca queda muy duro y es ideal para hacer este tipo de estructuras pero también es muy frágil, cualquier golpe puede hacer que se quiebre, para intentar evitar ésto las hice bastante gruesas. Forré unos tubos de cartón con el pastillaje y lo dejé secar varios días, lo siguiente que hice fue la bailarina, a Amelie le gustan mucho las bailarinas por lo que su mamá me dijo que no podía faltar una. Está modelada en pasta de goma y he intentado cuidar cada uno de los detalles, el pelo lo he hecho con una pistola de fondant, mechón a mechón he ido formando el moño y peinado de la muñequita, he creado la falda plegando unas tiras de pasta de goma rosa y blanco, le he puesto unas alas de láminas de gelatina, las he recortado dándoles forma para después ponerlas en la figura y finalmente he decorado con florecitas el vestido y el pelo de la bailarina, ha tardado en secar unos cuatro días. Esta tarta tiene cuatro bizcochos, dos de chocolate, uno de fresa y otro de nata, estaba rellena de Nutella y una crema también a base de abellanas con sabor a fresa con yogur, buenísima...


 no la había probado antes, la compré en le Carrefour, ninguna de estos rellenos necesita nevera, la estructura de la tarta no hubiera soportado la humedad de la nevera, y con lo grande que era y el tiempo que me ha llevado decorarla mejor no arriesgar con rellenos que llevasen leche o nata. Los bizcochos de choco los bañé con almíbar de choco con un punto de canela y vainilla, los de fresa y nata, son el segundo piso del pastel, los intercalé para que en el corte se viera a franjas rosas y blancas, los bañe con almíbar de fresa. La tarta fue cubierta con pasta laminada y la decoración también es de pasta laminada, excepto las flores rojas, las ventanas y puertas que son de fondant de nubes. Con la decoración he querido ser muy detallista, todas las paredes y torres del castillo están decorada, también las de detrás, las enredaderas  están hechas con pistola de fondant, los símbolos también están presentes, el reloj central marca la hora en la que nació Amelie hace ya cuatro años, la única ventana abierta del castillo muestra unos ojos misteriosos ¿quién será? cualquier castillo que se precie tiene que tener misterio aunque sea de princesas, bailarinas...

 ¿no?, la vela modelada de cumpleaños... y aunque no se aprecie en las fotografías las letras del nombre están pintadas con una purpurina comestible que reflejaba bonitos destellos. Haciendo cuentas utilice medio kilo de pasta de goma, un kilo de pastillaje, dos kilos de pasta laminada para cubrir y otro medio kilo para decorar y unos cuantos gramos más de fondant de nubes, un litro de almíbar, los cuatro bizcochos... ¡casi no podía levantar la tarta para transladarla!  aproximadamente unas sesenta raciones. Una tarta muy delicada, gustó mucho tanto por fuera como por dentro. Besitos, hasta la próxima.