Sí, lo sé, esta tarta tiene un tema un tanto extraño, pero es lo que me han pedido. El destinatario de la tarta sufrió un accidente en un barco, no le ocurrió nada, está sano y a salvo,  se lo han querido recordar de una forma muy original y dulce ¿no? yo lo he interpretado así, el barco hundiéndose ¡HELP! y lo he dramatizado un poco más  añadido unos hambrientos  tiburones esperando a sus presas; los pobres marineros, ¡ÑAM!, pero les he querido dar un poco de esperanza poniendo una isla cerca, jeje.  Bordeando la tarta he intentado reproducir el fondo del mar con las algas, corales, estrellas... por lo que me han contado después de esta experiencia ha dejado su trabajo en el barco para volver a trabajar en tierra firme.

Esta tarta es de bizcocho de vainilla, (¡qué bien olía mientras se horneaba!) bañada en almíbar de vainilla, rellena de Nutella y cubierta de pasta laminada. Para hacer el efecto arena que la bordea machaqué unas cuantas galletas del tipo maría hasta que quedase bien fino,  utilicé el accesorio de de batidora de mano para picar pero se puede hacer perfectamente con un mortero. Hasta la próxima!