Esta tarta era compañera de la Tarta Hospital, ya veis que son muy distintas hasta en el sabor, bizcocho de vainilla relleno de Nutella todo bañado en almíbar de vainilla y cubierta completamente con pasta laminada. Una tarta totalmente roja, ufffffff ¡qué difícil es conseguir el  color rojo! y aun más cuando es tanta cantidad de pasta, me quitaba el sueño como lo iba a hacer, después de mi experiencia con el negro de la Tarta Minnie Mouse... lo que más temía era que no tuviera colorante suficiente, aunque tengo dos botes, uno en polvo y otro en gel pero... ¿y si me faltaba? por desgracia no puedo bajar al supermercado de la esquina a comprarlo, había leído que el fondant se podía pintar y probé que tal funcionaba y ¡quedó genial! como podéis ver un rojo muy intenso y con muy  poco colorante, disolví un poco de colorante en gel en media tacita de anís, más concretamente Anís Tenis, la botella lleva en mi casa un montón de años, y aun estaba por abrir, se puede utilizar cualquier tipo de bebida alcohólica blanca, anís, vodka, ginebra... y a pintar, el alcohol se evapora y queda un color precioso, le dí varias capas de "pintura", para los detalles y pequeños adornos rojos sí que usé fondant tintado, con pequeñas cantidades es mucho más fácil conseguir el color rojo pero para más de un kilo de masa puede ser mortal. Perfilé toda la tarta con "churritos" de fondant hechos con mi cada día más querida pistola de fondant. 

Las letras del logotipo las hice a mano una a una, para ello hice plantillas que usé para recortarlas y los textos los escribí con pintura comestible blanca y un pincel muy finito, los números con rotulador comestible negro. Éstas han sido todas las curiosidades de esta tarta, ya estoy pensando en las próximas tres tartas que se me presentan, con cada una de ellas aprendo un poquito más.

Besitos