Cuando comenté que tenía intención de hacer una tarta con Hello Kitty metida en un ataúd para la fiesta Halloween de la guardería de mi niña  Ana, me llegaron a decir que era demasiado macabro, pero creo que no entendieron lo que quería hacer. Esta creo que ha sido la tarta más dulce de las que he hecho hasta ahora, a pesar de que Kitty esté envuelta en vendas y rodeada de murciélagos.

Para esta tarta he estrenado algunas cositas que he ido comprando y que estaba loca por usarlas,  la textura de madera para el ataúd, me ha gustado mucho el resultado final,  unos cortadores minis de corazones, con los que he hecho los botones del ataúd y los corazoncitos negros, son tres mini corazones de tres tamaños, me encantan, creo que los voy a usar muchísimo, son cortadores con expulsor por eso  los corazones pueden ser tan pequeñitos, hace que el resultado final quede aun más delicado ¿no? También he usado un nuevo cortador de letras, ha sido difícil porque son pequeñas y muy finitas, y he tenido que intentarlo una y otra vez usando margarina y azúcar glass para que el fondant no se pegara en los moldes y mucha paciencia... pero creo que el resultado ha valido la pena, también he usado mi pistola del fondant para rematar los acabados del ataúd y para hacer algunos churritos de fondant para las calabazas, pero la pistola no es nueva ya sabéis que la adoro y que es una herramienta imprescindible para mis tartas.

Termino con los sabores, siendo para niños no podía faltar la Nocilla, el bizcocho era de chocolate relleno de Nocilla, bañado en almíbar de chocolate. La tarta entera ha sido un éxito, ha gustado muchísimo tanto por fuera como por dentro y he disfrutado mucho haciéndola. Hasta la próxima!